martes, 6 de enero de 2009
Dialogo entre Bella y Edward
¿Qué habia ocurrido? No comprendía qué era esa vaporosa nieve blanca que tenia pegada a la piel. Sacudí la cabeza y una cascada blanca revoloteó desde mi pelo.
Recogí un trozo pequeño y suave de aquello blanco entre los dedos. Era plumón.
- ¿Por qué estoy cubierta de plumas? - pregunte confundida.
Él resopló impaciente.
-Mordí una almohada, o dos. Pero no es eso delo que estoy hablando.
- ¿Que... mordistes una almohada?¿Por qué?
-¡Mírate Bella! - casi rugió. Me tomo la mano, con mucho cuidado y estiró mi brazo -. Mira esto.
Ahora me di cuenta de qué se refería.
Bajo las plumas espolvoreadas se empezaban a formar, por toda la extencion de color pálido de mi piel, grandes cardenales de color púrpura. Seguí con la mirada el trazo que hacian hasta mi hombro, y despues vi como descendian a través de mis costillas. Liberé la mano para precionar sobre un punto de piel descolorida en el antebrazo izquierdo, que repentinamente desapareció donde lo habia tocado para reaparecer poco después. Sentí un leve dolor punzante.
-Oh - exclamé.
-Yo... lo siento tanto, Bella -susurró él -. Yo sabía que pasaría esto. No debería... -emitió un sonido bajo, de pura repulsion, con la parte más profunda de su graganta -. Lo siento tanto, que apenas peudo decirte cuanto.
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