martes, 27 de enero de 2009
lunes, 26 de enero de 2009
Relato de Jacob Black
Parecía estar besandola. Le rozó con los labios la garganta, las muñecas y el pliegue interior del codo.
Escuché una y otra vez las obscenas perforaciones de los colmillos en la piel de Bella. Su marido estaba inoculándole veneno en el cuerpo por el mayor número posible de puntos.
Antes de que diera arcadas o me cabreara, comprendí su propósito: sellar sus heridas con saliva a fin de impedir la salida de la sangre o la ponzoña.
Le practiqué boca a boca, pero ya no habia vida en ese cuerpo. El pecho reaccionaba subiendo tras cada insuflacion. Seguí con los masajes mientras él trabajaba con un maníaco sobre ella en su desesperado intento de traerla devuelta. Ni con toda la ayuda...
Allí no habia nadie más, solo él y yo.
Nos afanábamos encima de un cadáver.
No quedaba más de la chica que ambos habíamos amado, salvo esos restos quebrantados, ensangrentados y desfigurados.
No ibamos a lograr traerla devuelta con vida.
Supe que era demaciado tarde y que habia expirado cuando tomé conciencia de que la atraccion habia desaparecido. No sentí razon para seguir junto al cuerpo ahora que ella ya no lo habitaba, pues esa carne no podia atraerme, la disparata de poder estar con Bella habia desaparecido.
-Jacob Black.-
Escuché una y otra vez las obscenas perforaciones de los colmillos en la piel de Bella. Su marido estaba inoculándole veneno en el cuerpo por el mayor número posible de puntos.
Antes de que diera arcadas o me cabreara, comprendí su propósito: sellar sus heridas con saliva a fin de impedir la salida de la sangre o la ponzoña.
Le practiqué boca a boca, pero ya no habia vida en ese cuerpo. El pecho reaccionaba subiendo tras cada insuflacion. Seguí con los masajes mientras él trabajaba con un maníaco sobre ella en su desesperado intento de traerla devuelta. Ni con toda la ayuda...
Allí no habia nadie más, solo él y yo.
Nos afanábamos encima de un cadáver.
No quedaba más de la chica que ambos habíamos amado, salvo esos restos quebrantados, ensangrentados y desfigurados.
No ibamos a lograr traerla devuelta con vida.
Supe que era demaciado tarde y que habia expirado cuando tomé conciencia de que la atraccion habia desaparecido. No sentí razon para seguir junto al cuerpo ahora que ella ya no lo habitaba, pues esa carne no podia atraerme, la disparata de poder estar con Bella habia desaparecido.
-Jacob Black.-
De: Edward Para: Bella.
sábado, 24 de enero de 2009
Tú nublas mi mente
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