EEran problemas, muy muy serios. Así que ¿por qué me parecieron todos repentinamente insignificantes cuando salimos de detrásde los arboles y vi el rostro purpúreo de Charlie?
Edward me dio un apreton suave.
-Estoy aquí.
Respiré hondo.
Eso era cierto. Edward estaba allí, rodeandome con sus brazos. Podría enfrentarme a cualquier cosa mientras eso no cambiara.
Fui a enfrentarme con mi suerte, llevando al lado al hombre de mis sueños en carne y hueso..
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